Nos fuimos de Tokio en dirección a Kioto. Nuestra primera parada seria el Templo Dorado.
Cogimos la línea de autobús, pero con alguna “pérdida”. Pero por fin llegamos al Templo Dorado. Está ubicado en una zona verde, con un gran lago lleno de nenúfares, y una gran zona de Jardines. Los 3 quedamos ensimismados con la belleza del templo. Y aunque no haya hecho mucho sol ese día, para ver el templo brillar (o eso creemos). Se agradece un día con una temperatura más acorde a la que solemos vivir en el día a día ajjaja (MENUDO CALOOOR) En el Templo Dorado, nos encontramos con una pareja de Gais de lo más Extraño. Personajes muy turbios. Parecían de Tailandia, y solían dedicarse a ponerse en medio de toda la peña que hiciese fotos. Además posaban de manera extraña en sus fotos, con flores en la mano y sonrisas picarescas que daban mal rollo. Luego descubrimos como iban cazando a japoneses tiernos y jovencitos para hacerse fotos con ellos. Por miedo a que nos robasen a Dani, los adelantamos rápidamente y seguimos explorando los jardines del Templo. Y nos sorprendió como en medio del prado había una pequeña estatua de un Buda con un cuenco delante y cientos de monedas alrededor. Por lo que intuimos había que tirar la moneda y dejarla dentro del cazo… fallamos los 3 y no hicimos mas intentos ya que no es plan de andar tirando ni 10 míseros yenes!!! “ta-to-caroo” 
Después del Templo Dorado nos fuimos a otro templo. Este ya no recuerdo exactamente como se llamaba. Pero tenía en una pequeña isleta un Tori escondido entre la vegetación, Y que además parecía estar torcido… En el que nos quedamos un buen rato sacándonos fotos y descansando. En este otro templo también tenían un jardín de piedra rollo Feng-shui, en el que los japoneses se quedaban dormidos escuchando el ruido de la naturaleza. Paz absoluta. 
Cuando quisimos irnos para el hotel, volvimos a coger el autobús. Yo, metido de lleno en la cultura de dormir en los trasportes, me quede sobado. Y Diego nos despierta de repente: Con tal que nos bajamos cagando ostias, y según iba despertando me iba dando cuenta de que no era nuestra parada. ¿Dónde estábamos? Pues NPI. Era de noche, estábamos cansados y no sabíamos donde estábamos… A lo lejos se veía al Torre de Kioto y decimos llegar hasta ella, ya que esta la estación justo enfrente. Una buena experiencia, que gracias a ella nos echamos unas buenas risas, y callejeamos por las lúgubres calles de Kioto.Kioto 2º Día Nos levantamos con el Ruido de la fuerte lluvia que hacia ese día. Aprovechamos y nos fuimos a ver algún templo, cerca del hotel en el que nos alojábamos. Ya luego decidimos bebernos un poco de la forma más barata, comprando nuestros botes de Sake con Limón. Por supuesto, siempre la versión Strong!! :D
Como hacia un día regulero, decidimos ir por el mercado, y otra vez nos volvimos a montar en el autobús, pero esta vez no hubo percances; es más, el viaje fue de lo más agradable gracias a unas estudiantes que nos preguntaban alguna que otra cosa, muy majas las niñas. Casi todo el autobús miraba y se reía. Supongo que decíamos muchas tonterías….
Al llegar al mercado volvimos a comprar más botes de Sake con Limón, y seguimos caminando, siempre atechados y viendo en parte, lo horteras que son algunas de las tiendas de ropa que por allí había. También vimos una iglesia en la que toda su pared rezaba “Dios os quiere”… en fin. Llegamos a la zona de comida, estos son unos maricas y yo probé las cosas más asquerosas que vi, y una de ellas era realmente asqueroso metérselo en la boca, aun pienso si eso que comí no sería cualquier otra cosa menos comida… La otra cosa que probé fue un mini pulpo, su cabeza estaba rellena, y tampoco fue muy agradable, pero sus tentáculos estaban muy bien. Daba un poco de penita comérselos, eran taaaaan monos XD.
Esta misma noche tocaba salir, ya que estábamos mucho mas descansados. Fuimos a la zona de las Geishas, pero no vimos ninguna, así que nos fuimos al bar de un viejo conocido. Costo algo encontrarlo, pero lo encontramos. Aun guardaba su tarjeta de la última vez que lo vi. Al entrar en el bar me sorprendió ver a una camarera bastante mona!! Y la que además, se animo a jugar con nosotros a los dardos y al futbolín. Poco más tarde llego Awazu, dueño del bar, y el que hace tres años me había dicho que le gustaría casarse y viajar a Europa, y el cabron lo hizo, ahora está casado y tiene una niña. Pero sigue siendo igual de simpático e igual de forofo del Football.
Poco a poco fue llegando más gente, yo enchufe mi ipod en la mesa y la noche se había convertido en la “spanish night” nos quedamos hablando con una pareja que llego. El era escocés y ella tailandesa. Él, el muy cabron, trabajaba en Nintendo!! Dani y yo no lo habíamos escuchado pero si vimos a Diego decir: -Shhhh que no te oigan estos!!... Jajajaja, lógicamente le pedimos trabajo, pero nos dijo que había que aprender japonés, ohhhhh. También nos dijeron que fumarse un solo fly te puede costar 5 meses de cárcel la deportación y el no poder volver!!! A Diego le comentaron que si queria ir a un Onsen en Kioto lo iba a tener muuuy jodido por culpa de los tatuajes. Nos despedimos de todos, ya que no teníamos casi dinero, y seguramente tampoco para poder pagar el taxi que nos lleve al hotel. Nos dieron su Facebook y nos piramos.
¿Hasta donde podríamos llegar, con el dinero que teníamos, en taxi? Pues hasta la estación si el taxista está loco y es enrollado. La jugada fue que nos montamos en el taxi, le dijimos a donde queríamos ir y le enseñamos todo el dinero que nos quedaba. Si amigos, TODO chatarra jajajaja. Pero el taxista de lo más profesional, nos llevo al punto de destino haciendo alguna que otra pirula. Al final llegamos al hotel, y Dani, que ya era tarde y estaba repunante (comentario dani: repunante los 2 subnormales que me quitaron la cama ¡¡¡¡ y no me dejaban dormir ¡¡¡) me tiro un calcetín por la ventana ( dani: con razon) , solo porque puso su cabeza encima de de!! Si tampoco olía tan mal… que clase de persona puede dejar huérfano a un calcetín?? Ese es Dani.
Hiroshima y Miyajima.
Despertándonos muy temprano, nos dirigimos a Hiroshima. Íbamos a ver el Museo de la Paz. Y creedme que no es apto para todas las personas. No voy a decir mucho, porque no quiero daros bajona. Pero, aparte de ser un lugar guapísimo, eh de decir que es de lo más triste, estoy seguro que a más de uno le entraría ganas de llorar, yo simplemente no quería que mis amigos me viesen llorando… Aquí encima callo la bomba.
Con un poco de “mal cuerpo” nos fuimos rápido a Miyajima, una isla con un Tori gigante. Cogimos el Ferry que nos dejo en la isla, y nos fuimos caminando dirección a al playa. Según íbamos caminando ya empezamos a ver cervatillos y no se nos ocurrió otra cosa que pillar unos helados, cuando de repente los cervatillos eran ya nuestros “amigos”. Dani intento amaestrarlos y Diego intento que no se le comieran la camisa!! Jajajaja
Aqui aun no sabiamos lo que nos iva a tocar subir jiji.
Estuvimos viendo la puerta Tori en la playa, y luego decidimos adentrarnos en el bosque… aquí fue donde la cagamos. 2,5Km de subida pronunciada, con escaleras rotas o inexistentes, una sudada de espanto, y las fuerzas flaqueaban… pero lo mejor es que, por 1000y, pudimos haber pillado un Teleférico. 1.000y que ahorramos y en salud que ganamos XD. La verdad que fue muy duro subir, pero nos ganamos unas vistas acojonantes desde lo alto de la isla. Había un puto bar cerrado!! ¿¿Pero a que mente enferma se le ocurre abrir un bar con una subida, de cómo mínimo 1Km!!?? No me extraña que chapara.
Cuando subimos estábamos muertos de sed, y no había nada para comprar, pero si una Nevera con botellas de agua. La putada es que estaba candada, si con una cadena de plástico, pero no era plan romperla… Pero al bueno de Diego se le ocurrió, simplemente subir la cadena y sacarla por encima de la nevera… En fin, teníamos todo su interior a nuestra disposición, A si que nos cogimos una botella de agua cada uno y volvimos a poner la cadena. Nos lo habíamos ganado, creedme. Al bajar intentamos bajar por otra ruta, pero en menos de 10 metros nos perdimos (ya estaba anocheciendo) y dimos un circulo, con tal que nos acojonamos y preferimos volver por donde habíamos subido. Bajamos corriendo y saltando, yo al menos hasta que retorcí el pie por primera vez, luego ya me acojone, ya sabéis que es bien fácil que yo me rompa algo… Pero Dani parecía un puto mono, corriendo y saltando. Yo solo esperaba que los monos no nos atacaran jajaja.
